Es algo bastante común que puedan surgirnos dudas acerca de cómo reciclar vidrio correctamente. A todos nos ha pasado alguna vez encontrarnos ante el contenedor verde sujetando un objeto para reciclar y preguntarnos si este es el lugar correcto para depositarlo.
¿Por qué nos confundimos a la hora de reciclar vidrio?
Reciclar es un acto cada vez más habitual. De hecho, se ha convertido en un hábito arraigado en muchos hogares. Tanto es así que, para muchas familias, forma parte de las actividades cotidianas en las que todos los miembros participan.
Pero, en muchas ocasiones, puede ocurrirnos que, aun poniendo interés y toda nuestra buena intención, terminemos equivocando el contenedor en el que depositamos nuestros residuos.
La clasificación de los residuos según la gama de colores azul, amarillo y verde entró en vigor hace dos décadas. Una directiva de la Unión Europea estableció esta distribución para obligar a las empresas comercializadoras de productos envasados a hacerse cargo de dichos envases. Dicho de otra forma, puede afirmarse que, según esta normativa europea, "el que contamina paga".
Este mandato legal es una de las fuentes principales de equivocaciones. Esto ocurre porque las empresas únicamente tienen el deber legal de ocuparse de los residuos que pueden considerarse envases y no del resto de desechos.
Primero preguntarse: ¿En qué contenedor va cada cosa?
Debemos depositar en el contenedor azul el papel y el cartón (bolsas, cajas de cartón, hueveras, revistas y periódicos). En el contenedor amarillo se introducen todos los envases que en España se identifican con un punto verde (envases de plástico, espráis, latas, briks y botellas).
Por último, en el contenedor verde se ubica el vidrio, cuyo reciclaje es el protagonista de este artículo.
Errores a la hora de reciclar vidrio
Los residuos correspondientes al contenedor verde son los que más inducen a error en materia de reciclaje.
Esto puede explicarse por la confusión entre vidrio y cristal. Ambos materiales parecen prácticamente iguales: transparentes, con una textura similar y utilizados para usos parecidos. Pero, en realidad, tienen una composición diferente. El vidrio es 100 % reciclable, mientras que el cristal no puede reciclarse. Y hay que recordar que el contenedor verde sirve únicamente para el primero.
Por otro lado, el vidrio tampoco guarda relación con la cerámica o la loza, aunque este es otro error habitual.
Por eso, cuando se nos rompe un plato o un vaso, no podemos depositar estos materiales en el mismo lugar donde arrojamos la botella de vino o el tarro de conservas.
Si no es posible reutilizar esos objetos de cristal dándoles un uso alternativo, debemos intentar llevarlos a un punto limpio o dejarlos en el contenedor de desechos.
Otros utensilios de uso cotidiano que es frecuente encontrar en el contenedor verde son las bombillas. Pero estas están fabricadas con cristal, metal y algunas sustancias tóxicas (por ejemplo, el mercurio). Lo correcto es dejarlas en establecimientos preparados para su recogida y tratamiento o llevarlas a un punto limpio.
Desde Recuperaciones de Vidrio Norte, empresa especializada en reciclar vidrio correctamente, queremos fomentar los hábitos que nos ayudan al desarrollo sostenible y a cuidar el medioambiente. Ponte en contacto con nosotros si necesitas más información.
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