En este artículo queremos darte a conocer las múltiples propiedades del vidrio, como su dureza y resistencia.
El vidrio, al ser un material sin porosidad, ayuda a que nuestros contenidos no sean contaminados. Su fácil esterilización hace que estos envases puedan ser utilizados para contener cualquier tipo de alimento y alarguen su utilización. Actúa como barrera natural contra bacterias y microorganismos porque no permite el paso de oxígeno al interior. La dureza del vidrio se puede definir a partir de su resistencia al rayado o la abrasión.
La resistencia al rayado, tiene que ver con la capacidad de fricción con la que cuenta el material al ser frotado contra otro vidrio, esto depende de las propiedades de ambos vidrios, la presión que se ejerce y la velocidad del rozamiento.
La resistencia a la abrasión, en sus inicios, se trataba de un método en el que se realizaba el lanzamiento de ráfagas de arena contra la superficie del vidrio. Actualmente se trata de una técnica en donde se tiene en cuenta la cantidad de abrasivo y la presión con la que cuenta el aire al colisionar contra el cristal. La dureza en este caso se establece por la cantidad de ráfagas que necesita el cristal en comparación con el vidrio patrón.
¿SABÍAS QUE?
El vidrio como envase no solo es recomendado en el mundo de la alimentación existen cuantitud de industrias farmacéuticas que prefieren utilizar empaques de vidrio para sus medicamentos debido a las múltiples características con las que cuenta el vidrio.
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Conservan su temperatura ideal.
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Evitan la fotodegradación porque protegen de los rayos solares y luces artificiales.
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Aíslan de la humedad, por lo que mantiene las propiedades fundamentales tanto de alimentos como de medicamentos.
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Protegen de posibles gases nocivos,en concreto del oxígeno que puede facilitar la oxidación de ciertos componentes.
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